Premisa 1: Filosofando acerca del grado de descomposición de nuestro país, concluí que la mejor manera de empezar a jalar hacia adelante es con educación. Ya sé, no es nada nuevo. La educación nos da una nueva forma de ver las cosas, nos da valores, nos da criterio y sentido común. Aprendemos de otras culturas, nos ayuda a valorar lo que tenemos y a añorar lo que nos falta como nación. La educación nos permite quitarnos el velo con el que nacemos en los ojos, y nos hace desconfiar y criticar, analizar y cuestionar las cosas. En general, la educación nos hace un pueblo más fuerte y menos cabizbajo.
Premisa 2: Un día conocí a unas alemanas. Ellas hablaban obviamente alemán, pero también hablaban un inglés perfecto, y por si fuera poco, en su escuela les enseñaban español (ya podían hablar más o menos bien). En particular me llamó la atención que aprendieran español, no es como lo que tiende a ser "el idioma del futuro". Lo importante es que no tienen problemas de idiomas, salen de su país, a cualquier otro donde no hablan alemán, y pueden comunicarse. Eso abre las puertas. En México, conozco a pocas, muy pocas personas, que pueden hablar inglés que dé gusto escuchar. Como que a nivel general de la población, no es una prioridad (con trabajos sabemos hablar español). Esto a la mayoría de nosotros nos cierra las puertas, no nos da la confianza para hablar fluidamente en otros países, con otras personas. Hace falta más educación de otros idiomas, no solo inglés, por qué no chino, o francés o esperanto o cualquier otro. Aprender otro idioma también revoluciona la mente y te da acceso a otras culturas.
Premisa 3: En los tiempos antiguos, los ancianos eran los sabios de la familia. Cuando alguien tenía un problema, iba con el abuelo para pedir un consejo. Las decisiones estaban apoyadas en la experiencia de las personas más grandes... En la actualidad, las personas viejas (a partir de los 40 años!) empiezan a ser relegadas, no encuentran empleo tan fácil, y se confía más en la habilidad de los más jóvenes. Son otros tiempos, y los más jóvenes tienen más ventajas (además de otras cualidades). Sin embargo a veces es más importante la experiencia que la agilidad. Pero para que esto funcione, los que ya sabemos algo, debemos compartirlo. Enseñar lo que uno sabe con los demás permite un crecimiento exponencial, porque si uno enseña a 2 o 3, y ellos mismos enseñan a otros... bueno ya saben.
Conclusión: Hace ya 6 semanas empecé a dar clases de inglés a niños que son mis vecinos. Son 10 niños entre 7 y 11 años. Cada sábado, una hora. Y las clases son gratuitas. La verdad no me quita nada dedicar una hora a la semana para enseñar un poco de lo que yo sé. Tal vez no terminen hablando un inglés perfecto, pero lo importante es que se divierten y aprenden cosas nuevas. La clase la llevan ellos, deciden qué quieren aprender y eso estudiamos.
Siempre estamos quejándonos que si el sistema o que si el gobierno no nos da lo que necesitamos. Pero, cómo quejarnos si no ofrecemos? Podemos empezar por nosotros mismos a generar esas cosas que nuestra gente necesita. Solo es cuestión de decidirse. Tú también sabes cosas que los demás no. No te animas a dar clases gratis?